Para todos una revista, para algunos un estilo de danza, para pocos un estilo de vida.
Al oír hablar de Vogue todos visualizamos a esa viejecita que se parece a Edna Moda, a la que parodian en El Diablo Viste de Prada, sí. El tema del que vamos a hablar no anda desencaminado. Moda, fama, revistas, expresión…
El Vogue o Voguing es una disciplina de danza que surge en un contexto muy concreto y como medio de expresión y lucha para un grupo de personas aún más específico.
Harlem, Nueva York, década de los 60.
Nos situamos ante una época en la que las personas racializadas, y LGBT, se encuentran en situaciones de vulnerabilidad y exclusión social. No creo que se os haga muy difícil imaginarlo. En este contexto este grupo de gente, encabezado por mujeres trans negras, empieza a reunirse en salas al margen de la sociedad estadounidense. Más que por gusto porque se les prohibía la entrada a la gran mayoría de locales de ocio nocturno, que eran exclusivos para gente blanca (y cis-hetero) . Estas personas empezaron a reproducir los concursos de belleza, de los que también estaban vetadas, incluso las comunidades Queer blancas de EEUU, que ya habían empezado a formar movimientos underground con sus propios certámenes de belleza, reprodujeron los patrones racistas del resto de la sociedad y excluyeron a estas pioneras que optaron por formar su propia cultura de ocio y
lucha al margen del racismo de la época. Así nace la cultura Ballroom. En cuanto al Voguing, la danza más característica de esta comunidad, tiene orígen en las poses que las supermodelos de portada utilizaban y que la comunidad Ballroom empieza a utilizar en sus concursos. Estas poses, con el paso del tiempo ganarán dinamismo hasta convertirse en movimientos.
SALTO A LA FAMA
Al oir hablar de Vogue, estoy seguro de que a alguno se le ha venido la canción de Madona a la mente, “Vogue” publicada en 1990. Para muchas personas fuera de estos colectivos, este fue el primer contacto que tuvieron con esta cultura. Y es que Madona mostró al mundo entero la belleza de sus movimientos, pero dejó fuera lo verdaderamente importante: La filosofía que hay detrás de todo este movimiento y el contexto social de lucha contra la discriminación y precariedad en el que este arte se desarrolla.
Para gran parte de la escena Ballroom esto fue una
apropiación cultural, pues en sus orígenes esta cultura underground era exclusiva para gente racializada y queer. Para otros pocos fue el salto a la fama que el voguing necesitaba.
¿CÓMO SE ORGANIZAN ESTAS COMPETICIONES?
Ballroom se sostiene sobre tres pilares fundamentales: Las “houses” (casas), las “Mothers”(madres) y las Leyends (Leyendas). Una house de voguing siempre va a tener una madre o en ciertos casos un father que la dirija. Hoy en día, esta figura la toma la persona que forma al resto en esta danza y expresión. Pero es muy importante tener en cuenta sus orígenes. La situación de exclusión social de estos colectivos, en la mayoría de casos empezaba desde la niñez-adolescencia. Muchas familias al descubrir que sus hijos eran trans, homosexuales o simplemente no seguían una expresión de género acorde con la establecida socialmente, optaban por echarles de casa. La figura de la madre en Ballroom no solo es esencial para la creación de esta cultura, sino también para la supervivencia de estas personas. La madre acogía a personas jóvenes sin hogar, en muchos casos adolescentes, y les formaba en danza, runway (desfile de pasarela) y diversas categorías. A cambio, estas personas entraban a formar parte de su house, su “equipo” y competían llevando el nombre de esa house. No se trata de una unión meramente deportiva pues house hace referencia a que en la mayoría de casos, todos convivían juntos,
bajo el mismo techo, como una familia en todos los sentidos. Protección, cuidado emocional, ayuda económica etc… La figura de la madre recibe ese nombre porque sustituye a los referentes paternos y vela por la seguridad de sus hijes. Las leyendas del vogue, también llamadas pioneras, son personas que llevan décadas siguiendo esta forma de vida. Muchas de ellas estuvieron presentes en los primeros años del voguing, y son personas que mantienen un cierto control sobre cómo va evolucionando este arte y su opinión es muy importante a la hora de desarrollar cambios. Por ejemplo: Leiomi Maldonado, bailarina reconocida internacionalmente sobre todo por su actuación en el show de Savage-Fenty. La actriz Dominique Jackson, que participa en POSE, Hanabi The K, quien ha modelado para Gucci entre otras muchas marcas. Y en cuanto a pioneras y pioneros del Voguing ya fallecidos destacan Willie Ninja y José Extravaganza que además de asentar las bases del voguing, acompañaron a Madona como bailarines en su tour “Blonde Ambition”. Ballroom está mayoritariamente formada por gente joven, las leyendas velan porque se siga teniendo claro por qué se creó ballroom y para quién.
SITUACIÓN ACTUAL
Por desgracia la situación de exclusión social que viven estos colectivos no ha mejorado mucho. Todos conocemos a gays, lesbianas o bisexuales que han podido acceder con mayor o menor facilidad a todo tipo de trabajos. Pero las pioneras de esta cultura, las mujeres transexuales negras, en muchos casos no tienen más remedio que ejercer la prostitución tal y como hacían sus antecesoras hace más de 60 años.
Hay que tener en cuenta que la cultura ballroom está extendida por casi todo el planeta, y en muchos lugares, el trato que reciben las personas
LGBTI, especialmente aquellas que son racializadas, sigue siendo el mismo que en los 60. Por ello la figura de la house y de la mother siguen siendo imprescindibles, no solo como acto de memoria y honra, sino como mecanismo de lucha y supervivencia para muchas personas.
Hoy en día las personas blancas y que no pertenezcan a la comunidad trans, pueden ocupar estos espacios, siempre teniendo en mente de donde viene esta cultura, a quien se honra y sobretodo a quién se protege.
En conclusión, la cultura Ballroom no es un arte que solo experimenten sus participantes. Esta cultura tiene un impacto muy importante en el mundo del entretenimiento audiovisual, y cada vez son más los y las artistas que se influencian de este arte para crear su contenido.
Por lo tanto, al ser algo con lo que, en mayor o menor medida, todos tenemos contacto, tenemos que ser conscientes de la forma adecuada de acercarnos a esta comunidad. Si un artista decide utilizar esta cultura para sacar provecho económico, sin el correspondiente reconocimiento a los valores de esta cultura y a la gente que de ella participa, nosotros como espectadores tenemos que saber verlo, siempre teniendo en mente que en un movimiento de cadera, se muestran años de opresión y lucha. (A título individual, si buscas formarte en estilo de danza o adentrarte en su cultura, la forma más adecuada y respetuosa de hacerlo es formarse a través de estas houses).
Y si por tu cuenta quieres aprender más sobre el tema, te recomiendo el documental “Paris Is Burning” que puedes encontrar en youtube, o series como POSE en Netflix o el concurso Legendary, en HBO.
Me gustaría acabar con una frase que resume perfectamente la forma en la que funciona Ballroom; “El Voguing es la única danza que se enseña mejor hablando que bailando”
Víctor Domingo Martín (BTO 2º F)