Lola Moratinos, 1º BTO A, y Meima Sidibe, 4º ESO D
La técnica Pomodoro es un método de gestión de tiempo que propone trabajar en intervalos de veinticinco minutos, llamados pomodoros, haciendo descansos de cinco minutos. Esta técnica fue creada a finales de los años ochenta por Francesco Cirillo. Para dividir su tiempo de manera eficaz Cirillo utilizó un temporizador con forma de tomate, que a su vez sirvió para dar nombre a la técnica inventada. Y es que “Pomodoro” significa tomate en italiano. Se popularizó con su libro The Pomodoro Technique y gracias a los blogs y aplicaciones de productividad. Muchas personas utilizan este método ya que promete mejorar la productividad mediante la división de tareas. Pero son muchos los que dicen que no es útil. En realidad, ¿por qué se dice que Pomodoro no funciona?
Pomodoro se ha hecho bastante popular y se ha promocionado como una técnica de estudio eficiente pero también ha recibido muchas críticas. Hay quienes critican que solo funciona en situaciones concretas como un entorno silencioso y sin distracciones. Sus detractores apuntan además que es muy poco flexible a la hora de realizar trabajos de larga duración.
Hemos realizado un sondeo en nuestro instituto para ver si se conoce esta técnica y para descubrir cuáles son las que más se utilizan. La respuesta ha sido clara, los alumnos del I.E.S Navarro Villoslada prefieren otros métodos de estudio, aquellos que priorizan la flexibilidad.
Entre las técnicas más utilizadas en nuestro instituto está el blurting, técnica centrada en la memorización. El proceso es sencillo; se intenta retener toda la información posible de los apuntes o resúmenes y a continuación, apartando los apuntes, se escribe en una hoja en blanco todo lo que se recuerde. Si al terminar falta información o se ha cometido algún error en algún apartado,hay que revisar esa parte. Además, este método nos permite practicar el Active-Recall que consiste en activar la memorización extensiva del cerebro.
El alumnado se decanta también por los flashcards o tarjetas. Esta técnica puede hacerse en papel o en digital, ya que con el avance de la tecnología se han elaborado muchas aplicaciones para ello. La principal ventaja de este método es que, para realizar las tarjetas, hay que dividir y organizar el temario en distintos apartados. Esto ayuda en la elaboración de un mapa mental y en la memorización de los contenidos.
Resulta llamativo el amplio abanico de posibilidades que encontramos cuando hablamos de técnicas de estudio. La mayoría poseen nombres extravagantes y en inglés, como blurting o flashcards. Se promocionan como técnicas populares, pero nuestra encuesta ha indicado lo contrario. En nuestro centro, ganan por goleada los esquemas y los resúmenes. Dicho de otra manera, nos gusta el método de siempre, pero adaptándolo al formato digital.
Hoy en día, las redes sociales se mueven y mueven a la sociedad a través de las tendencias. A veces nos encontramos haciendo algo porque “está de moda” y no solo en lo referido a las técnicas de estudio, sino también a otras situaciones de la vida. Si bien las redes pueden servir como fuente de inspiración, no tenemos que hacer todo lo que vemos, porque no es más que una pantalla. Anímate a pensar, ¿realmente crees que las redes sociales ofrecen soluciones mágicas para todo?