Vídeo http://www.unavarra.es/cultura/debate-universitario/torneo-bachillerato
Todo empezó en la liga interna de debates del instituto en 1º de Bachillerato. Digo “todo” porque no he encontrado una palabra que abarque mejor la experiencia que hemos vivido.
En aquella semana intensa, descubrimos que el arte de debatir podía llegar a atraparnos. Y lo hizo. Durante una semana aprendimos a sacar lo mejor de nosotras mismas y, tras una serie de reñidos debates amistosos, conseguimos llegar a la final. Lo recuerdo como uno de los mejores momentos que he vivido en el instituto. Fue una final emocionante que, a pesar de los nervios al celebrarse en el salón de actos, nos hizo sentirnos muy orgullosas de nuestro trabajo.
Este curso, Patxi y Mamen confiaron una vez más en nosotras: Rahma Daira (primera refutadora), Beatriz Pegenaute (segunda refutadora), Victoria Maiza (conclusora), Samira Suleimanova (conclusora) y en mí, Míriam Rubio (introductora). Todas nosotras fuimos miembros de los grupos finalistas de la liga de debate interna.
¿Deberían eliminarse los exámenes como método de evaluación? Esta pregunta marcó nuestro mes de octubre, que derivó en la semifinal de la X Liga de Debates de la UPNA. Fueron semanas de mucho trabajo y esfuerzo: analizamos bien la pregunta, buscamos argumentos, exordios, conclusiones, posibles refutaciones, evidencias… Y poco a poco fuimos formándonos como oradoras, mejorando las técnicas que habíamos empezado a conocer el curso anterior.
Los debates tuvieron lugar el viernes 25 de octubre en el aulario de la UPNA. Debatimos contra los institutos Maristas, Virgen del Puy y Miravalles – Redín, y logramos pasar a la semifinal en 1ª posición. Nos llevamos un gran regalo: poder debatir en un lugar imponente: el Parlamento.
A la mañana siguiente se celebró la semifinal. Debatimos contra el colegio El Huerto y nos vencieron, lo que no impidió sentirnos muy contentas de haber llegado hasta allí.
Hicimos un gran equipo; esta unión perdura y perdurará… Entre la tensión y los nervios sentimos la fuerza del equipo, el sabor del esfuerzo, el respeto a los equipos adversarios… y la enseñanza de que la magia del debate es capaz de hacer que podamos defender posturas opuestas con la misma seguridad y contundencia.
“Seguras pero no agresivas” como nos aconsejaron nuestros queridos profesores, Patxi y Mamen. Gracias a ellos por confiar en nuestras aptitudes e impulsar nuestro “talento”.
Gracias también a todo el Departamento de Lengua y Literatura, a todos los profesores y compañeros que nos han apoyado. También, al Equipo directivo por regalarnos esta preciosa vivencia.
Descubrir el arte de debatir ha marcado un antes y un después en nosotras, porque, “Las palabras sabiamente diseñadas tienen el poder de cautivar la mente de cualquiera”.
Míriam Rubio. 2ºG bachillerato