Desde el sábado que llegamos, sabíamos cuál era nuestro objetivo, disfrutar, pero sobre todo, ganar. Por ello teníamos que estar concentrados y convivir con todo el equipo durante 7 días. Al ser de las más jóvenes de la selección, me costó relacionarme con el equipo, pero conforme iban pasando los días, me iba relacionando cada día más. La gente puede pensar que una semana se hace larga, pero estando con adolescentes de mi edad y de unos años más, esa semana al final, se hace corta.
La rutina de cada día era muy parecida a la de los demás días. Nos levantábamos hacia las 8:00 de la mañana, para estar a las 8:30 desayunando. Después de desayunar, teníamos unos 20 minutos para acabar de prepararnos y bajar a la recepción del hotel porque venía un bus que nos llevaba al club donde jugábamos.
Si el enfrentamiento era a las 10:00, hacia las 12:00 o 12:30 la eliminatoria ya había terminado. De ahí nos íbamos al hotel en bus. Solíamos comer pronto porque luego jugábamos el campeonato de Europa por parejas hacia las 16:00, y si no jugabas, ibas a ver a tus compañeros. De ahí, volvíamos al hotel, nos duchábamos, cenábamos y teníamos hasta las 0:30 para poder estar en otra habitación que no fuera la nuestra. Como he dicho antes, los primeros días, después de cenar, me iba a mi habitación con mi compañera de habitación. Pero a partir del tercer día, cuando cogí más confianza con mis compañeras, iba a alguna habitación que no fuera la mía.
La semana se iba acabando, sólo quedaba ponerle la guinda al pastel a esta experiencia, repito, inolvidable. El sábado jugábamos contra Suecia la final con la selección española. Esta eliminatoria parecía más difícil de lo que finalmente fue, pero una vez en la pista, la eliminatoria se iba poniendo de nuestro lado. Conseguimos ganar a Suecia 3 partidos a 0.
Nos proclamamos Campeonas de Europa con la selección española, ¡qué orgullo ser campeona de Europa con mi país!; poder debutar con la selección española, y encima ganar, es algo que me hace muy feliz. Al día siguiente, el domingo, yo jugaba junto a mi pareja Amanda, la final del campeonato de Europa por parejas. Era una final que en teoría deberíamos de ganar, pero se nos podía complicar en cualquier momento. La final estuvo de nuestro lado durante todo el partido y acabamos ganando por un resultado de 6-1, 6-1; así fue como conseguimos ser Campeonas de Europa por parejas. Logramos, tanto nuestro objetivo como selección como mi objetivo personal. Conseguí proclamarme doble campeona de Europa.
Podríamos decir que fue una semana perfecta.
Martina Calvo Santamaría (ESO 3º D).