(Texto elaborado por alumnas y alumnos de 2º de Bachillerato para celebrar el 8M)
Llevo mucho tiempo en silencio pero nunca olvidé la melodía que no paro de susurrar.
Las canciones que brotan de mi corazón me recuerdan que algún día romperé la jaula. Volando
saldré de esta soledad y cantaré con melancolía.
No soy un frágil álamo sacudido por el viento.
Soy una mujer afgana. Entiéndase pues mi constante queja.
Estoy enjaulada en este rincón lleno de melancolía y pena…
Mis alas están cerradas y no puedo volar…
Soy una mujer afgana y debo aullar.
Nadia Anjuman, Flor Ahumada, 2005, Herat, Afganistán.
En días como hoy es esencial remarcar la importancia del feminismo multicultural para no dejar a
ninguna mujer invisibilizada. No se puede perder la perspectiva de que las dificultades que sufrimos
las mujeres en cuanto a derechos, son incluso mayores para las mujeres indígenas, afroamericanas y
asiáticas. Nuestro papel como mujeres y como feministas occidentales es reconocer nuestro
privilegio y usarlo para ayudar a las que lo necesiten. El feminismo multicultural es un tejido de
colores vibrantes, donde las historias de mujeres se entrelazan como hilos de un tapiz ancestral. En
cada textura, se revelan las distintas facetas de la opresión y, sobre todo, de la resistencia. La libertad
de una se convierte en el anhelo compartido de todas. Hoy, os invitamos a escuchar, a sentir, a
celebrar la riqueza de nuestra humanidad compartida.
También, queremos aludir a todas las mujeres tanto a las abolicionistas como a las regulacionistas
que luchan día tras día contra el porno mainstream a través del cual se difunde a la mujer como un
sujeto al que se puede dominar y manipular sin ningún tipo de consentimiento. Este está hecho por y
para hombres con ideales heteropatriarcales que se utilizan como modelo en la sociedad a la hora de
llevar a cabo relaciones sexuales.
Desde 2010 han sido asesinadas En España a manos de hombres 1.476 mujeres y durante el último
año se produjeron 102 feminicidios. Por estas mujeres que ya no pueden luchar y por las que día tras
día lidian con una situación similar debemos de seguir avanzando unas junto a otras.
Nosotras, desde el Navarro Villoslada, nos reunimos para celebrar la diversidad y la fuerza de las
mujeres. Es crucial que en nuestras aulas, en nuestros espacios educativos, honremos esta fecha con
la profundidad que merece. Celebrar el Día de la Mujer en los institutos no solo nos permite
reflexionar sobre los logros alcanzados, sino también reconocer las brechas que aún persisten y
comprometernos a cerrarlas juntas. Es una oportunidad para educar, inspirar y empoderar a las
futuras generaciones, para que cada joven reconozca su propio potencial y contribuya a construir un
mundo más equitativo y justo para todas las personas, independientemente de su género.
Sororidad, pocas o ninguna nos han hablado de este término. En una sociedad pensada para que las
mujeres compitamos entre nosotras, proponemos un cambio. Convirtámonos en aliadas, en amigas,
en compañeras y deconstruyamos la idea de que nacimos para ser enemigas. Las mujeres somos
diversas pero también somos pares, debemos percibirnos como iguales para aliarnos y transformar la
realidad bajo una perspectiva de hermandad, consideración y empatía. Así pues, mujer, no dudes
nunca en tender la mano a tu hermana, amiga, conocida. No dudes en apoyar, denunciar o
simplemente escuchar a aquella que lo necesite. Como escribió Alejandra Pizarnik en su poema Soy
mujer como agradecimiento a todas las mujeres a lo largo de la Historia que han luchado por los
derechos que hoy tenemos:
Soy mujer. Y un entrañable calor me abriga cuando el mundo me golpea. Es el calor de otras mujeres, de aquellas que hicieron de la vida este rincón sensible, luchador, de piel suave y corazón guerrero.
