Una actividad CAS que realizamos algunas compañeras del IB fue participar como monitoras en un campamento. En concreto, colaboramos como voluntarias en la asociación Hazialdea en Ermitagaña. Antes de la experiencia como tal, tuvimos dos sesiones de acercamiento a la asociación para familiarizarnos tanto con la misión como con los niños. Nos presentaron la asociación, qué ofrecían, cuál era su misión, qué niños atendían, los materiales con los que contaban, etc. De esta manera, mis compañeras y yo estábamos preparadas para participar como monitoras. Este campamento duró toda la semana de carnaval, aunque el horario era flexible y era posible acudir tan solo algunos días. Se realizaron muchas actividades como cine, juegos, almuerzos, paseos… e incluso el último día se llevó a cabo la celebración de carnaval y un almuerzo colectivo.
En el campamento había dos grupos, uno para niños de entre 3-7 años y otro de 8-12 años. Yo participé en el grupo de los más pequeños, el jueves y viernes. Era una experiencia que me aterrorizaba porque tenía miedo a no tener la suficiente autoridad para guiar a los niños, pero la realidad fue mucho más agradable. Pasé un tiempo genial con los niños y espero que ellos conmigo también. Mi rol era principalmente evitar que pelearan y mantenerlos entretenidos mientras otras monitoras organizaban las actividades. Sin duda es una experiencia que volvería a repetir. Me ayudó a superar el miedo a tratar con niños y comprender cómo piensan y actúan. Al participar como voluntaria en Ikaskide, tenía una visión de cómo tratar a los adolescentes, pero los niños eran otro mundo. Por ende, esta experiencia ha enriquecido tanto a los niños y a la asociación Hazialdea como a mí personalmente.
Lada Yatsun
Generación 2023-25, 1ºA